viernes, 8 de noviembre de 2013

Street Art en Montevideo


Es la cuarta vez que piso el suelo montevideano. Tengo poco tiempo para recorrer la ciudad y antes de volver a ver los lugares turísticos que ya conozco decido salir a caminar por ahí sin rumbo fijo. Llevo conmigo tres fieles compañeros de ruta: el equipo de mate (como buena argentina) un cuaderno de viajes y la cámara de fotos.
Lo único que sé es que en algún momento tengo ganas de llegar a la rambla. Quiero sentarme a mirar el Río de La Plata,  el más ancho del mundo.  Es un martes de primavera pero a las once de la mañana hace tanto calor que parece verano. Necesito sacarme las zapatillas y pisar la arena. Extraño la sensación de poner los pies sobre el agua.


      Porque Montevideo tiene eso de especial. Si bien es la capital de un país, no lo parece. Mientras que Buenos Aires le da la espalda al río, Montevideo lo mira. En Montevideo no se escuchan bocinazos y los pocos que se oyen son entre colectiveros que se saludan. Los uruguayos caminan despacio, con el ánimo bien relajado y con un termo –que parece pegado con la gotita– debajo del brazo. Hay algo de ese clima tranquilo que se contagia, me desacelera y me relaja.
Camino en dirección al río. No sé con qué me voy a encontrar en el camino pero me pongo en modo viajero ON y elijo al azar una calle que se llama Juan D. Jackson. Camino y observo. Miro para arriba y miro para abajo pero sobre todo miro para mis costados y empiezo a recorrer la ciudad a través de sus paredes.

Hace ya varios viajes, sobre todo desde el último a Valparaíso, que me detengo a fotografiar el arte urbano de cada lugar. En vez de entrar a museos que suelen aburrirme prefiero estos museos de arte viviente, al aire libre, llenos de mensajes políticos, sociales o decorativos. Muchas veces son estas expresiones callejeras las que más muestran la cultura local y las que miden el termómetro del momento social que se está viviendo en un lugar. Esos momentos que no aparecen retratados en los museos tradicionales.
Cada dos o tres cuadras sobre la calle Jackson descubro un montón de paredes pintadas. En los murales hay variedad de técnicas, de colores y de estilos. 






                     


En Ciudad Vieja 



¿Qué te pasa Montevideo que estás sedienta de amor?









En el camino también encuentro grafittis graciosos y creativos, esos que cuando dos personas desconocidas lo leen al mismo tiempo hacen que se unan en una
sonrisa cómplice. 




Los murales de Montevideo hasta decoran las escalinatas de la rambla. ¿Reconocen a Olga, el monstruo imaginario y  querido personaje de la historieta de Liniers?



Cuando pienso que voy a dar por terminado el paseo de la mañana decido cruzar el Parque Rodó, uno de los principales parques de Montevideo. Pero allí otra intervención callejera me sorprende y esta vez puedo ver cómo la realizan en vivo y en directo. Sobre una mesa improvisada hay varios tachos de pinturas con colores fuertes, pinceles nuevos, otros gastados y varios bocetos de dibujos. Siete artistas están pintando lanchas.
Esta movida pertenece a un proyecto independiente que se llama “1lancha, 1 artista” y es una iniciativa que invita a treinta artistas a pintar las treinta lanchas del lago del Parque. La intención de las realizadoras Melina Scherzer, Julia Saldain, Antar Kuri y Verónika Herszhorn es mejorar y renovar el parque, y al mismo tiempo, aprovechar este espacio para el intercambio artístico y cultural.



Cuando vuelvo a Argentina decido buscar en internet los artistas montevideanos y para mi sorpresa encuentro una página muy útil: Street Art Uruguay. Carolina Curbelo, Sebastián Borrazás y Santiago Alonso reúnen en un mapa online la mayoría de los murales de la ciudad, y en un futuro de todo el país. Street Art busca dar información sobre los autores de las intervenciones, así como difundir la movida de street art local. El proyecto está abierto a todo el que quiera sumarse enviando fotos y facilitando la dirección, una fotografía y el autor si se lo conoce. 
Una buena guía de obras callejeras para los turistas y los locales así como también para los mismos artistas quienes en especial saben lo vulnerable y efímero que pueden ser sus obras. 

2 comentarios:

Me lo enseñó un elefante dijo...

Hola, me gustó mucho este artículo! Tengo una consulta. Tenés la dirección en la que se encuentran los murales que fotografiaste para el artículo?
Gracias!
tamara.ubilla.bautista@gmail.com

Gilda Selis dijo...

Hola Tamara! Gracias por tu comentario! la mayoría de los murales que saqué fotos los encontré caminando por la calle Jackson en dirección a la rambla.
En esta página podés ver un mapa con todos los murales http://www.streetart.uy/
Espero que te sirva!
Saludos!!